Celular en lugar de cuaderno: Mobile Learning

Los teléfonos inteligentes sustituyen a otros objetos como el reloj, despertador, agendas, cámaras, albumes fotográficos, memorias USB… y en medida que se descubren nuevas tecnologías la lista es más grande cada día; resulta lógico pensar que en la escuela podemos sustituir una mochila con libros y cuadernos por un dispositivo móvil más liviano, batalla que parecen estar perdiendo las laptops.

Con ésta tendencia se ha hecho realidad el Mobile Learning, que dentro de la enseñanza universitaria tiene diversas ventajas, principalmente ofrece a los alumnos una experiencia de aprendizaje personalizada disponible en cualquier momento y lugar a través de un smartphone.

El Mobile Lerning busca que los estudiantes desarrollen nuevas destrezas transversales útiles y necesarias en la vida laboral moderna. Alguien que ha estudiado bajo éste modelo debe ser capaz de realizar grabaciones y editarlas, hacer investigaciones inmediatas no reguladas en la internet y de asir la tecnología para lograr una meta concreta.

Parece que el futuro de la educación está en los celulares o tabletas, pero las bondades del Mobile Learning generan dos requerimientos que es necesario tomar en cuenta para su correcta ejecución, uno ligado la capacidad económica y otro los propios estudiantes. 

Requerimientos del Mobile Learning

El primero  es que debe reflexionar sobre el costo y las características de los equipos que serán necesarios para hacer las actividades de manera correcta, y es bien sabido que un producto electrónico entre mejores características tiene su costo aumenta considerablemente; así que la selección de los equipos deberá estar equilibrada, y se debe optar por la relación precio-calidad.

Y claro, para explotar al máximo la modalidad de Mobile learning debemos tener una conexión a internet siempre disponible, y que dicha conexión tenga la velocidad suficiente para ver videos, hacer búsquedas rápidas, conectarse a videoconferencias y demás actividades que algunas sucederán simultáneamente por medio de la internet.

En segundo lugar se debe desarrollar una habilidad como estudiante, la habilidad de enfocarse en las tareas e ignorar los distractores; pues de estos internet está plagado de redes sociales, videoblogs y juegos, que pueden resultar un ruido en las actividades educativas.

Existen métodos y aplicaciones para ayudar a concentrarse y hacer el tiempo más productivo, como el método Pomodoro por ejemplo; pero realmente si el estudiante no tiene la voluntad de enfocarse estas ayudas están lejos de funcionar.

Se tiene como resultado que el éxito de esta forma de estudio se basa en tres vertientes, contenidos desarrollados y optimizados para dispositivos móviles, el acceso gamas de tecnología adecuadas, y la más importantes, el empeño de los estudiantes por aprender.

Por César Muñoz Tejeda / Docente UO