Por lo tanto, hoy en día cualquiera puede sacar tus teléfono celular y tomar fotografías o sacar video con un calidad aceptable para compartirlo en sus redes sociales u otros medios. Y, derivado de esto, hoy en día no es necesario comprar un costosísimo equipo de audio y video para crear pequeños audiovisuales para muchos fines.

 

Muchos microempresarios aprovechan esto para crear sus propios videos publicitarios para redes sociales, sus páginas web o incluso proyectarlos en presentaciones empresariales o exposiciones. Sin embargo, la mayoría de estos trabajos carecen de varias cualidades deseables en un audiovisual de calidad. Aprende como evitar errores y grabar videos fantásticos para tu negocio. El Imaginante te trae 5 tips para grabar videos para tu negocio. Te presentamos la primera parte.

Antes de hablar de los 5 tips para grabar videos para tu negocio, es importante mencionar que toda comunicación que emitas con el objetivo de promocionar tu negocio, debe promover y transmitir tu marca. La marca no es solo el logotipo, sino todo un conjunto de características gráficas (color, forma, fuentes de texto o imágenes), y de imagen institucional (reglamento, políticas, ventajas competitivas, por ejemplo). Es por eso que la marca la construimos todos los días, a todas horas.

 

En el caso del video, éste debe reflejar todos los valores de ella. Si vendes elegancia, por ejemplo, tendrás que cuidar la pulcritud del encuadre, los movimientos sutiles y la música suave. Si tu producto o servicio es juvenil, un video más suelto y desenfadado podría ser el indicado.

O si tienes una cámara casera y/o semiprofesional, también aplica. Las cámaras de los teléfonos vienen en varias gamas, que van en consonancia del modelo que tienes. Hay tres elementos que son importantes a la hora de conocer tu aparato. El primero es la calidad del video. Hoy en día, los celulares son capaces de grabar mínimo a 1080p, lo que significa que el clip tendrá un tamaño de 1080 píxeles por 1920. A esto le llamamos Full HD. Los mejores aparatos pueden generar video incluso en 4K (3840 por 2160 píxeles). La realidad es que la mayoría de las pantallas y dispositivos soportan hasta Full HD, por lo que 4K resulta muchas veces innecesario, a menos que vayamos a proyectar en una pantalla de cine. Sin embargo, el resultado de grabar en esta calidad con el celular no tiene nada que ver con lo que veríamos en un programa de televisión o película. Eso es por el segundo elemento.

Este segundo elemento es el objetivo. El objetivo es el conjunto de lentes que permiten que la imagen entre a la cámara. Y aquí es donde está la diferencia más importante con una profesional. Los lentes, por muy avanzados que sean, nunca competirán con el de las cámaras de video simplemente porque son mucho menos precisos y de manufactura más sencilla que el de una videocámara. Además, en los celulares, el zoom suele ser digital en lugar de óptico. Esto lo podemos comprobar de manera muy sencilla:

 

El tercer elemento es el sensor de imagen. Hoy en día, todas las cámaras (incluso las profesionales) trabajan con sensores digitales en lugar de cintas ópticas. La imagen no queda registrada en un “rollo”, sino en un archivo dentro de la memoria del dispositivo. Los sensores de las cámaras de teléfono van desde los más pequeños y sencillos (con resultados bastante malos), hasta los más sofisticados y grandes, que proporcionan imágenes bastante buenas. También el sensor es el responsable de la capacidad de grabación en condiciones de poca luz, con un parámetro que se llama ISO. Mientras más ISO permita el sensor, mejor se verá el video en lugares oscuros. Como las cámaras de celular no suelen poder alterar su apertura de diafragma (la tan mencionada f), para poder grabar espacios oscuros “forzan” el sensor, inventando píxeles luminosos en donde no los hay, llevando a la típica grabación granulosa, con “niebla” o simplemente ruido.