Reportaje: Veracruz Derrumbado
Por
José Eduardo Camarero Tiburcio
Fernanda Charlene Casas de la Luz
Kellyfer Guadalupe Villalvazo Corona
Frida Michell Zárate Zurita
Estudiantes de la Licenciatura en Comunicación
Veracruz es el puerto más importante de México, se caracteriza por sus tradiciones, infraestructura, gastronomía y antecedentes. Es precisamente, el peso de este último el que contiene el valor de nuestros inicios asentados en el centro histórico de Veracruz, el cual, cuenta con un patrimonio cultural digno de conservar.
Si caminamos por sus calles, podemos reconocer a sus edificios por las características, las épocas y los sucesos históricos que forman parte de nuestro legado. Sin embargo, el paso del tiempo exige evolución, algunos espacios se quedan para destacar nuestra rica cultura e identidad, mientras muchos otros se renuevan, pero, hay edificaciones que no forman ni de una, ni de otra, pues se encuentran abandonados, lo cual afecta la imagen. Nos preguntamos, ¿qué sucede con los inmuebles deshabitados? Parece desinterés por la imagen de este sitio en particular ¿Cómo se les fue perdiendo de vista a los dueños, y en qué momento permitimos llegar al estado de derrumbe? ¿Cómo podemos rescatarlos? ¿Cuánto tiempo lleva? ¿Y qué costo representa?
La imagen del olvido
Las víctimas de la batalla contra el paso del tiempo, son los edificios del centro de Veracruz que se encuentran en estado de deterioro por el descuido de sus propietarios; esto genera una mala imagen para nuestra cultura, el turismo y el accionar de los veracruzanos, pero, ¿quién hace algo para defenderlos de esta tortura? ¿Por qué si hay varias autoridades que su responsabilidad es defender la supervivencia de estos monumentos, no lo hacen?
De acuerdo al Arquitecto Francisco Martínez Espejo, “Gracias a la Ley Federal de Monumentos Históricos, decretada el 1 de marzo de 2004 por el presidente Vicente Fox, Veracruz es uno de los 58 centros históricos que el INAH ha catalogado con valor patrimonial. A partir de la catalogación, hemos estado con más posibilidades de ser apoyados con recursos como zona de monumentos históricos, a través de programas federales, estatales y municipales”. Sin embargo, el sector privado no cuenta con un plan inmediato para el bienestar y el seguimiento de vida de la construcción, nunca ha habido una propuesta formal para tomar una decisión favorable sobre el futuro del edificio.
La Licenciada Ana Bertha Miramontes, aclaró que el INAH es una institución normativa, por lo tanto, no ingiere en el uso del suelo, pero sí puede asesorar y supervisar en el rescate de edificios y puede trabajar en conjunto con los propietarios en un proyecto en conservación, siempre y cuando, exalten los valores estéticos e históricos.
Veracruz en sus tiempos de construcción
En la ciudad de Veracruz, el centro histórico comprende a partir del perímetro A, al cual se considera el centro de Hidalgo a la Avenida Landero y Coss, y la otra parte es de la calle Montesinos a Rayón. En este, se encuentran 500 edificios históricos, de los cuales se consideraron cuatro puntos: El Baluarte de Santiago, es la manifestación de valor y resistencia de la ciudad; el Teatro Francisco Javier Clavijero, nuestro poder de expresión; el ex Convento Santo Domingo, nos indica las creencias con las que fuimos fundados y la Fábrica de Puros “La Prueba”, un referente de la fuerza de trabajo y calidad veracruzana.
En el puerto de Veracruz se fundó entre los años 1864 y 1870 la empresa tabacalera de los hermanos Balsas, la cual lleva por nombre “La Prueba”.
Quien estaba a cargo de la fábrica en el año 1901 era José Balsa, que era hijo de Ramón Balsa. La fábrica cierra en el año 1994, por problemas económicos. La fábrica de puros actualmente se encuentra protegida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, (INAH) y dicho edificio se encuentra cerrado al público.
El Baluarte de Santiago, antes conocido como el Baluarte de la Pólvora, es concluido en el año 1635. El edificio contó con siete baluartes, el propósito de la construcción de dichas murallas, era para mantener en resguardo a la ciudad y así poder evitar los constantes ataques que sufría el puerto de Veracruz.
Actualmente el Baluarte de Santiago, es un museo donde se pueden encontrar las joyas del pescador, y en el año de 1991 el INAH decidió abrir las puertas del museo como patrimonio histórico.
El Teatro Francisco Javier Clavijero, antes de tomar este nombre se llamó la Casa de Comedias en el año de 1819, este inmueble fue destruido por un incendio y esto llevó a que la construcción del teatro se iniciara en el año de 1834. Dicho teatro se inauguró en 1836 con el nombre de teatro principal.
En el año 1900 se dio a conocer el inicio de espacio para las proyecciones de películas y esto fue la causa de otro grave incendio que destruyó todo el edificio. El inmueble se inauguró nuevamente el 10 de noviembre de 1902 y se le dio el nombre de Teatro Dehesa. Ya en el año de 1948, el recinto retoma el nombre de Teatro Principal, después de muchos años de descuido y de abandono inauguran por última vez el recinto, con el nombre de Teatro Francisco Javier Clavijero en el año de 1970.
El convento de Santo Domingo data del siglo XVII; en este recinto se brindaba educación para los desprotegidos. La construcción de este convento fue de piedra muca, con este tipo de piedra fueron construidos más edificios antiguos de la ciudad.
Este inmueble por años estuvo en completo abandono, el cual sirvió como almacén de telas, taller mecánico y estacionamiento público, que fue ocupado por el empresario Valentín Ruiz Ortiz.
El edificio es uno de los más antiguos de la ciudad, el cual perteneció a la orden dominicana. El convento en sus tiempos abarcaba casi toda la manzana, y el patio trasero del convento hoy es conocido como la Plazuela de la Campana.
El ex convento de Santo Domingo es rescatado por la empresa Toks, y hoy en día es un restaurante.
Salvando la identidad veracruzana
Veracruz es una ciudad con historia en la que cada rincón tiene algo que contar, por su centro histórico, que abarca todos sus monumentos los cuales han sido restaurados y remodelados, así como los que se encuentran en abandono, el puerto contiene recintos que han marcado la historia del país, pero, ¿por qué si son tan importantes se olvidan de ellos?
Para entender un poco más debemos de saber la diferencia que hay entre una remodelación y una restauración; la primera es transformar o modificar algo de su originalidad, es decir cambiar su forma; mientras que la restauración es darle mantenimiento al objeto sin modificarle una sola parte de este.
Uno de ellos es el Baluarte de Santiago que estaba conformado por una muralla que rodeaba a todo Veracruz, pero en el año 1880 la derrumbaron por motivo de las obras del ferrocarril, y de higiene; porque no había drenaje en la ciudad que estaba amurallada. La muralla duró más o menos 200 años y de ella solo queda el Baluarte.
La fábrica de puros que está en completo abandono y pertenece a un dueño privado que no se preocupa por restaurar este inmueble que se va deteriorando poco a poco.
El Convento de Santo Domingo es un edificio colonial, de acuerdo a lo que dijo el gerente de Toks, Daniel Ruíz: ‘’El recinto sufrió una restauración, fue cuando la empresa Toks decidió poner su restaurante y la idea fue para rescatarlo. Se respetó la estructura, el diseño, detalles; no se hizo ninguna modificación todo se respetó tal cual y el tratamiento que se le da al inmueble es a base de cal, debido a que el convento está hecho de una piedra llamada muca, y esta necesita respirar’’. Este edificio a pesar de haber sido adquirido sigue siendo protegido por el INAH.
En la época de Benito Juárez como presidente de México, el ex convento, tuvo una remodelación, cuando el presidente decidió vender una parte de este inmueble a empresas privadas para el comercio en la ciudad.
El Teatro Clavijero, ha sufrido a lo largo de los años incendios, restauraciones, remodelaciones y una reconstrucción. El teatro se restauró y reinauguró en 1970 debido al abandono y descuido que tuvo.
Existen diversos inmuebles en el centro de Veracruz, pero, ¿por qué solo se restauran o remodelan algunos? ¿Dónde se encuentran los responsables de los inmuebles que son privados?
La realidad del centro histórico de Veracruz, es que solo existe remodelación y restauración en algunos inmuebles, mientras que la mayoría de ellos se encuentran en abandono e incluso se caen a pedazos.
Es aquí cuando debemos crear conciencia, en la parte de que Veracruz es un lugar turístico por su cultura, por los monumentos que han sido importantes en la historia de México; y darle mantenimiento a cada uno de ellos.
Los que mantienen la esperanza viva de un cambio
Desde 1939, el INAH es el principal encargado de conservar el patrimonio arquitectónico e histórico de los edificios del país, compartió el Arquitecto Francisco Espejo; en este caso en especial, nos enfocamos a la protección que esta entidad da a los edificios que se ubican en el centro de la Ciudad de Veracruz, con el fin de fortalecer, mantener y proteger el valor que tienen estos monumentos, por el beneficio a nuestra cultura, por lo que representan y al patrimonio común, pero, aparentemente no siempre es así; importantes monumentos de la ciudad permanecen a la deriva y en el más completo abandono por parte de las instituciones que tienen a cargo su cuidado y mantenimiento.
Autoridades estatales, municipales, así como particulares, son responsables de mantener con vida a aquellas construcciones que nos identifican como una de las ciudades más importantes del país de seguir siendo participes de nuestros antecedentes, de actos importantes tanto en el aspecto cultural, religioso, económico y militar. Sin embargo, el sector privado prefiere deslindarse de la propiedad, se va sin maquillarla y sin darle la suficiente relevancia que adquirió el patrimonio, expresó la Coordinadora de la sección conservación y restauración, la Licenciada Ana Bertha Miramontes.
Parte del cuerpo gubernamental se encarga de embellecer visualmente la infraestructura legendaria, llenándolas de luz y color tanto para los que habitamos en este puerto y para los que vienen de visita, pero, lamentablemente esto ocurre cuando alguna participación turística o alguna conmemoración se acercan.
El invaluable patrimonio histórico, creado por nuestros antepasados, hoy en día, también se encuentra al cuidado y es enriquecido por programas de apoyo que tienen como fin la permanencia del valor de los bienes que se han mantenido vivos a pesar de la lucha contra el tiempo y el impacto ambiental, tal el caso de agencias de turismo y de movimientos federales que otorgan recursos económicos. Pero, al ser propiedad privada, deben de respetar la decisión del propietario en cuanto a qué uso se le dará al inmueble
A pesar de que algunos de los inmuebles que también representan parte de nuestra identidad arquitectónica y que estas se encuentran en condiciones deterioradas, vacías y completamente en el olvido, estas siguen formando parte de nuestra cultura y nos representan a nivel nacional e incluso a nivel mundial, por lo tanto, tienen la misma importancia que el resto de los monumentos que se encuentran en el centro histórico y merecen la misma atención y el mismo cuidado que los demás. Lamentablemente la actitud de muchos es esperar a que los monumentos se deterioren y se caigan para luego emprender la tarea de recuperarlos.
El resurgir de Veracruz está en cada uno
Los monumentos históricos nos ofrecen un viaje en el tiempo, sus características nos remontan al lugar donde fueron sembradas las bases en las cuales se formó y desarrolló nuestra identidad y cultura. A través de su conservación conocemos el propósito y función para el que fue construido cada hito, las formas, los estilos, la arquitectura y el arte, que formaban parte del contexto social y cultural que aún, en algunos casos se mantienen. La huella positiva que no se debe borrar a pesar de la constante evolución como entidad.
El Baluarte de Santiago es la manifestación de valor y resistencia de la ciudad, el Teatro Francisco Javier Clavijero nuestro poder de expresión, el ex Convento Santo Domingo nos indica las creencias con las que fuimos fundados, la Fábrica de Puros “La Prueba”, un referente de la fuerza de trabajo y calidad veracruzana.
Mantener los sitios emblemáticos refuerza el sentido de pertenencia, cada monumento es una pieza de hogar; para turistas y extranjeros una carta de presentación y comprensión de nuestra historia.
Aún queda trabajo por hacer, el Centro Histórico se está desmoronando, se camina entre inmuebles en situación de abandono, fachadas débiles, ventanas rotas a través de las cuales lo único que se alcanza a ver es la deplorable situación de olvido. La escena se presenta injusta, las propiedades privadas revisten las estructuras originales con fines de comercio, ¿hasta dónde se puede hacer algo por la propiedad privada abandonada? ¿Dónde están sus dueños? ¿Quién se hace cargo de los tabiques que llueven por falta de mantenimiento?
Tenemos una tarea pendiente en la imagen de nuestros inmuebles, embellecer y darle el trato justo e importancia a cada pedazo de nuestra historia, propiedad privada, estatal y municipal, ¡dejar en el olvido no es solución!