LA EDICIÓN FOTOGRÁFICA ANTES DEL PHOTOSHOP

La era digital ha facilitado nuestras actividades, en la forma de comunicarnos, entretenernos y aprender, pero hubo un tiempo en que para obtener un resultado se requería de más tiempo. Un claro ejemplo es comparar el proceso de edición en una foto ahora contra el proceso que se hacía antes de que existiera Photoshop.

Hagamos un pequeño viaje al pasado y repasemos los métodos de revelado y retoque de una fotografía:

Antes de la edición de imágenes por computadora, un artista usaba lápices muy finos para mejorar una imagen desde sus negativos, esto mejoraba la iluminación general de la fotografía o para retocar el rostro del retratado.

Editar una imagen requería una infinita paciencia y meticulosidad para mejorar una zona con mayor iluminación, sombra o eliminar un elemento no deseado.

A diferencia de cuando abrimos una imagen en formato RAW en Photoshop o cualquier programa de manipulación de imágenes, en aquel entonces se revelaba un rollo de película que producía un negativo en la fotografía, por lo que para obtener el positivo se debía pasar por otro proceso.

El revelado en negativo requería de varios factores: su valor ISO o ASA.

Carga de película y revelado

Revelar una fotografía en blanco y negro o a color era un trabajo extenso por lo que se requería sacar la película del carrete y enrollarlo en una bobina que, posteriormente, se alojaba en un tanque en el que se introducían líquidos para el revelado de la película. Todo este proceso se realiza a oscuras y por tanto se requería de mucha práctica y de disponer todos los utensilios a la mano.

Cuando ya se tenía el carrete cargado dentro del tanque, llegaba el momento de preparar los líquidos necesarios para poder revelar:

El revelador

Es primera mezcla que se utiliza para sacar a relucir el fotograma, el tiempo del revelado varia con el tipo de película utilizada por el fotógrafo, también depende de otros factores como la marca y dilución del revelador y la temperatura en el proceso.

El baño de paro

Este líquido detiene automáticamente el revelado y evita la contaminación del fijador.

El fijado

Es el líquido que se encarga de que el revelado en negativo no se ennegrezca y pase a ser invisible.

El positivado se consigue al disponer los negativos en un soporte sumergido en emulsión fotográfica, con cual conseguiremos lo que denominamos como fotografía. En este proceso hay dos partes diferenciadas, que son todas las condescendientes a la impresión con luz en el soporte y por último la aparición mediante los líquidos químicos de la fotografía en el soporte (en este caso papel).

Técnicas de retoque

Existen algunos trucos que hoy usamos en Photoshop como la edición por zonas, el coloreado de zonas, la reparación de copias, montajes que ya se hacían antes.

Retoque de imperfecciones y reparación

El retoque manual por medio de pincel, o aerógrafo, y tinta negra directamente sobre el negativo, recurriendo a la técnica del puntillismo, corrigiendo imperfecciones o haciendo desaparecer elementos existentes.

El fotomontaje

Estas técnicas consistían en recortar varias fotografías con una cuchilla, obteniendo varios objetos y con estos crear un collage sumamente realista. Con una iluminación adecuada, se saca una última fotografía al montaje, generando así el nuevo original.

Revelado final del papel

Esto se produce tras todas las exposiciones de luz que hubiéramos realizado. El papel, al igual que sucedía con el carrete, era sumergido en tres líquidos: revelador, baño de paro y fijador, para un posterior lavado con agua. Los tiempos de revelado en este caso son muy parecidos; aunque también influye el tipo de revelador usado como ocurría en el revelado de película. Aquí, lo que más se tiene en cuenta es el tipo de material del papel y su composición para la cantidad de lavado y posterior planchado.

Brevemente te hemos llevado a un viaje por un proceso complejo y de mucha precisión que dio origen a las grandes fotografías que hoy en día conocemos como referentes de un arte que ha mutado con el avance de la tecnología, pero no por ello se aleja de sus raíces.

Por: Carlos Alejandro Martínez Refugio